Hola a todos!!
Como os iba diciendo, tras publicar esos relatos de romántica adulta en esa web y ver que gustaban, empecé a creer un poco mas en mí.
Entonces ‘’Crespúsculo’’ llegó a mi vida, y, con ese libro, nuevas amigas de las redes y un foro donde publicaba mis historias por capítulos.
Empecé a publicar ‘’Te conocí en la red’’, una de las historias que más me han marcado porque fue la primera que escribí en primera persona y donde me encontré más a gusto. A la gente le encantaba y lo mejor eran los e-mails que me llegaban para ayudarme con la corrección, explicándome cosas que mis profesores nunca se tomaron la molestia en hacer.
La gramática y la ortografía dejó de ser tan complicada para mí y gracias a ellos aprendí.
Me emocionó ver la cantidad de gente que quería ayudarme para que mi ‘’defecto’’ no me impidiera crear. Por eso, para mí, los lectores son tan importantes y son el motor de mis libros.
Tras ‘’Te conocí en la red’ escribí "Eclipse de luna", una historia fantástica, pero ambas new adult.
Y, tras corregir ‘’Te conocí en la red’’, me atreví por primera vez a enviar mi manuscrito a varias editoriales.
La primera respuesta llegó por teléfono y lo que más me costó en esa conversación, mientras me decían que era muy buena pero que no iba a ser publicado, fue aguantar mis ganas de llorar escuchando los consejos de ese editor. Era como si una parte de mí sintiera que, aunque ahora no los comprendía, un día sí lo haría.
Llegaron más negativas. Y, aunque una parte de ti queda destrozada, otra coge más fuerzas para no dejar de luchar por tu sueño.
Yo creía en mí.
Mis padres me propusieron autoeditarme, ir a una imprenta, pagar por unos cuantos libros y enviarlos a la gente que los quisiera.
Acepté y escribí ‘’El círculo perfecto’’ para que fuera el primero.
Hace más de diez años no existía Amazon como lo conocemos ahora. Autoeditarse era un mundo desconocido que algunos hasta veían mal. Yo lo veía como una forma de demostrar que ahí estaba yo, hasta que una editorial creyera en mí...
Es como mi primer libro cobró vida.
En la imprenta de mi primo lo cuidaron con mimo y gracias a él puede ver el proceso. Fue muy emocionante ver cómo cobraba vida.
Hasta que llegó un 3 de abril de 2009 y abrí la primera caja de mis libros, acompañada por mi familia, los que más creían en mí.
No os puedo explicar bien lo que sentí en ese momento... Alegría, miedo y responsabilidad. Todo había empezado, ahora tocaba luchar por mi sueño con todas mis fuerzas.
Llegar a la meta no es el final, es solo el comienzo de una nueva aventura.